En el año 2016, la madrileña Natalia Rodríguez dejó su trabajo para cuidar a un familiar. En sus muchas horas haciéndole compañía en el hospital se le ocurrió una idea: audios inmersivos que permitiesen a los pacientes salir de excursión por el campo o el mar sin moverse de la cama. El proyecto se llama Lulú y se hizo realidad hace unas semanas. Es el más reciente de Saturno Labs, start-up especializada en inteligencia artificial que ella misma fundó en 2019. Entre medias, la compañía ha desarrollado iniciativas para Amazon, Fundación ONCE o clubes deportivos profesionales entre otras compañías de sectores como salud, social o legal. En 2024, su facturación rondó el millón y medio, y este año esperan que llegue a entre tres y cinco millones en función de cómo salgan varias propuestas que tienen entre manos.
